Los días 10, 11 y 12 de mayo tuvo lugar en la localidad catalana de Vallbona d’Anoia el tercer aniversario del proyecto Colonia Industrial Postcapitalista Calafou, desarrollado como proyecto autónomo de colectivización asociado a la CIC, la Cooperativa Integral Catalana.

En Calafou, según ellos mismos proclaman: “están creando, desde la sociedad civil, un espacio cooperativista, pacífico y sostenible para el desarrollo de alternativas productivas, tecnológicas y de vivienda.” En Mayo de 2010 estos más de mil catalanes adquirieron conjuntamente una colonia industrial de 28.000 m2 y 27 viviendas que pasaron a autogestionar siguiendo los principios de autogestión, asambleísmo, permacultura, ecología y sostenibilidad y albergando proyectos de carácter productivo y eco-social regulados siempre bajo unas estrictas normas de solidaridad, ética social y sostenibilidad.

Según la propia CIC, “una Ecoxarxa es un espacio de intercambio y auto-organización bioregional, que promueve el desarrollo de la actividad de autogestión en todos los ámbitos de la vida (de una manera integral). La moneda social es una herramienta de intercambio de bienes, servicios y conocimientos (…)

Este tercer aniversario de uno de los procesos de transformación social y colectivización más importantes y punteros de Europa coincide con la 34ª jornada asamblearia donde, entre otros asuntos, se debatirán estrategias para la difusión de su moneda social: el ecu, un valor de intercambio creado por la CIC sin ningún tipo de carga impositiva ni de plusvalía y que puede intercambiarse por bienes, productos, horas de trabajo o servicios.

Las jornadas son abiertas al público ya que se encuentran inmersos en un proceso de expansión para darse a conocer que denominan “revolución integral”. Para Enric Durán, conocido activista catalán responsable de la estafa de medio millón de euros en créditos no devueltos a 39 entidades bancarias con el objetivo de denunciar el sistema financiero y utilizar ese dinero en fines sociales y que en 2008 le valió el apelativo de “Robin Hood de la banca”, La Cooperativa es integral  “Por un lado, porque cubre todas las partes de una economía: producción, consumo, comercialización, financiación y una moneda propia. Por otro, queremos cubrir todas las necesidades a nivel económico: alimentación, vivienda, educación, salud, energía, transporte, etc.” (Entrevista Periódico Diagonal Cantabria). En estas jornadas se pretendía, entre otras muchas cosas, abrir al público un modelo de vida ecosostenible, eficiente, moderno y que funciona.

 

Enric Durán durante una charla en el Festival Rototom por Gianluca La Bruna_Rototom Festival, 2010

Enric Durán durante una charla en el Festival Rototom por Gianluca La Bruna_Rototom Festival, 2010

Objetivamente, la CIC es una evolución del concepto de Ecoxarxa. De hecho puede decirse que el sistema monetario social integrado en CIC está basado en las experiencias de proyectos anteriores como la Ecoxarxa del Montseny y de la asociación Xarxa Eco de Tarragona. Según la propia CIC, “una Ecoxarxa es un espacio de intercambio y auto-organización bioregional, que promueve el desarrollo de la actividad de autogestión en todos los ámbitos de la vida (de una manera integral). La moneda social es una herramienta de intercambio de bienes, servicios y conocimientos que promueven las Ecoxarxas y que sirven para construir un sistema de relaciones económicas al margen del capitalismo. Una Ecoxarxa fomenta fomenta la economía y las relaciones humanas de forma local, con el objetivo de cubrir nuestras necesidades básicas sin necesidad de utilizar el euro, creando mecanismos de ayuda entre las personas y permitiéndonos desarrollar nuevas habilidades más allá de las puramente profesionales…” Actualmente existen 15 Ecoxarxas integradas en una red catalana bajo la organización de la CIC.

En la comarca D’Anoia, donde están asentados los 28.000 m2 de esta ecoxarxa o ecoaldea de Calafou, los vecinos han visto como durante 3 años los integrantes de la Ecoxarxa se han afanado por rehabilitar este antiguo complejo textil plagado de naves industriales medio derruidas y en completo desuso y deterioro hasta convertirlo en lugar habitable donde tienen lugar talleres, clases de todo tipo, se cuidan docenas de huerto orgánicos y se realizan toda clase de trabajo y servicios. Y todo, como hemos dicho, integrado en un sistema de moneda social justo y sin plusvalías con las que hacer beneficio. Finalmente en 2010 la CIC pudo adquirir los derechos de la antigua colonia textil Marçal, convirtiéndola en lo que hoy es uno de los experimentos de autosuficiencia más exitosos de toda Europa.

La Cooperativa es integral, según Durán,  “Por un lado, porque cubre todas las partes de una economía: producción, consumo, comercialización, financiación y una moneda propia. Por otro, queremos cubrir todas las necesidades a nivel económico: alimentación, vivienda, educación, salud, energía, transporte, etc.

Para celebrarlo ese mismo verano llevaron a cabo un campamento de puertas abiertas en el que participaron personas y colectivos de todas las edades. Además, según escribe el propio Durán en su blog: «…En ese momento también se convirtió en un espacio de reflexión, formación y generación de proyectos de futuro por el movimiento del 15-M. Otro objetivo importante de estas jornadas fue el de apoyar la rehabilitación y adecuación del espacio de Ca la fou, para llenarlo de actividad y de vida. El campamento fue un éxito, asistieron cientos de personas a lo largo del campamento, por lo que fue un trabajo intensivo para activar este gran reto. Por otro lado, las Jornadas asamblearias que se celebraron aquel verano, sentaron las bases para dinamizar la Renta básica y la remuneración de tareas, la toma de decisiones, las cuotas y la economía y la dinamización de comisiones. De este modo, emergió con fuerza el proceso de auto-organización de la cooperativa, contando además con el nacimiento del proyecto de Calafou, como ejemplo tangible y real de la creación de una sociedad mejor.»

3 años después, en el marco de las Jornadas de celebración de este tercer aniversario, se han vuelto a desarrollar unos días de convivencia, ferias mercado y otra serie de eventos para dar a conocer la gestión que  la CIC está llevando a cabo en Calafou. Cualquiera puede participar. Según Durán en «Diagonal Cantabria»: «Cuando la gente rellena el formulario para hacerse socio puede decidir en qué modo participar: como consumidores, contribuyendo con tareas organizativas, produciendo… A nivel organizativo, se trata de funcionar a través de una asamblea mensual a nivel catalán, más una asamblea permanente que trata cosas urgentes y se tiene que reunir como mínimo dos veces al mes, y luego comisiones de trabajo transversales –gestión económica, consumo, difusión…– y grupos temáticos –alimentación, salud, transporte…– que completan la estructura. Esta estructura a nivel catalán, se reproduce en los grupos locales para que cada vez haya más autonomía y coordinación.»

Finalmente en 2010 la CIC pudo adquirir los derechos de la antigua colonia textil Marçal, convirtiéndola en lo que hoy es uno de los experimentos de autosuficiencia más exitosos de toda Europa.

Es básicamente ese sistema de gestión basado en dos pilares: asambleísmo y grupos de trabajo responsabilizados, la base del éxito de las experiencias que la CIC está gestionando en suelo catalán y de las que la Colonia Calafou es uno de sus mayores exponentes. El compromiso de los habitantes de la cooperativa es máximo y eso se refleja en los principios de los habitantes con la Ecoxarxa. Todo está recogido en sus documentos pertinentes y gestionado por los grupos de trabajo correspondientes.

Para algunos, ésta idea de autogestión asamblearia entra de lleno en confrontación con la de «uso de moneda propia». Durán aclara que: «Se trata de empezar con un saldo 0 y, a medida que vamos intercambiando, quien ofrece un servicio o un bien genera un saldo positivo y está creando moneda, y quien lo contrata genera un saldo negativo. Hemos acordado hasta que márgenes negativos aceptamos, el margen de confianza que nos damos, aunque este margen puede ir creciendo a medida que el usuario tiene más participación en el sistema. Se permite cambiar euros a moneda social en relación uno a uno, pero no al revés, de moneda social a euros…». De todas formas, y aunque el sistema de moneda social integrada es un claro avance en el desarrollo social al margen del sistema capitalista, está claro que el aspecto netamente financiero no es lo único que diferencia este modelo de ecoaldeas con el de otros conceptos de participación ciudadana o gestión de recursos públicos: La idea de «pasar a la acción», es decir, de que cada habitante sea responsable de una parcela de la sociedad en la que vive de manera activa y de que ello genere una sinergia de acciones es esencial para comprender el funcionamiento de este tipo de mini-sociedades, aparentemente perfectas.

La colonia de Calafou se encuentra en Vallbona D’anoia y sus puertas están abiertas, previo aviso, para todo aquél que quiera conocerlos.