A modo de introducción, podemos decir que a las microalgas les debemos la vida… y que nos la van a mejorar. En efecto, en el pasado remoto, las microalgas -a través de la fotosíntesis-, posibilitaron la aparición de las condiciones para que tuviese lugar una gran revolución energética en el mundo vivo, permitiendo el desarrollo de la respiración aeróbica y la aparición de nuevas formas de vida basadas en ella, que finalmente desembocaron en la aparición del hombre en nuestro planeta. Según Darwin, nosotros mismos somos el producto final de esa forma de vida originaria y simple.

Sea como fuere, las microalgas pueden estar ahora llamadas a ser actoras principales de una nueva revolución, toda vez que solo esos procesos biológicos son capaces de paliar la triple crisis que padece la humanidad: la alimentaria, la energética y la medioambiental. La tarea por tanto que desarrollan empresas como AlgaEnergy no puede ser más apasionante y trascendente puesto que, profundizando en el conocimiento y explotación del enorme potencial de las microalgas, la empresa puede contribuir a la mejora de las condiciones de vida en nuestro planeta, a la sostenibilidad y al bienestar en las diferentes regiones del mundo.

Las microalgas y cianobacterias, que tienen 3.500 millones de años de presencia en nuestro planeta, en efecto, nos proporcionan el oxígeno (O2) que necesitamos para respirar. En concreto, el O2 consumido en una de cada dos respiraciones humanas, proviene del generado por el fitoplancton marino (microalgas y cianobacterias), que a su vez, es el primer eslabón de la cadena trófica en el medio acuático. Las microalgas son por tanto, junto con las plantas superiores, el soporte fundamental de la vida en nuestro planeta y de la oxigenación de la atmósfera.

Como microorganismos fotosintéticos, las microalgas y cianobaterias realizan la fotosíntesis durante el periodo diurno y respiran durante el periodo nocturno, de esta forma, durante el periodo luminoso, captan los nutrientes que utilizarán en generar su propia biomasa.

Los principales nutrientes utilizados por estos organismos microscópicos son dióxido de carbono (CO2), nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), además de los fotones, procedentes de la radiación solar, necesarios para iniciar la reacción fotosintética.

Estos nutrientes son utilizados por microalgas y cianobacterias para reproducirse por división celular, además de para su propio crecimiento en forma de biomasa. Es decir, el CO2, dañino gas de efecto invernadero, es capturado por las microalgas y cianobacterias, siendo el carbono (C) utilizado para generar biomasa rica en lípidos, carbohidratos y proteínas, y el O2 liberado a la atmósfera.

Es, por tanto, recomendable realizar cultivos intensivos de microalgas y cianobacterias en zonas industriales donde existan focos de emisión de gases de combustión, los cuales puedan ser inyectados en los cultivos. De esta forma transformamos un residuo contaminante en una biomasa con un excelente perfil bioquímico valorizable en multitud de productos beneficiosos para el hombre, además de generar energía limpia y biocombustibles de segunda generación, contribuyendo con ello al desarrollo sostenible.

 

 … el O2 consumido en una de cada dos respiraciones humanas, proviene del generado por el fitoplancton marino (microalgas y cianobacterias).

El abanico de productos que se pueden obtener a partir de la biomasa de microalgas y cianobacterias es amplio y, todos ellos, contribuyen a incrementar el progreso mundial, preservando el medio ambiente, la naturaleza y la vida en nuestro planeta. Biofertilizantes, extractos para farmacia, cosmética y nutraceútica, biomasa para alimentación animal y acuicultura, ácidos grasos esenciales o biocombustibles, son algunos de los productos más importantes que se pueden obtener tras el cosechado de los cultivos de estos microorganismos fotosintéticos.

A diferencia de los cultivos tradicionales terrestres, los cultivos de microalgas no compiten con la alimentación humana, ya que son cultivos que pueden llevarse a cabo en terrenos no útiles para explotación agrícola, incluso en terrenos desérticos.

Además, es conocido el uso de las microalgas y cianobacterias para la depuración de aguas residuales urbanas e industriales, gracias a su capacidad de asimilar los compuestos químicos contenidos en los efluentes residuales, como nutrientes aptos para su reproducción y crecimiento.

Los programas de I+D que estamos desarrollando en ALGAENERGY abarcan toda la cadena de valor, desde la ingeniería genética para incrementar las propiedades originarias de algunas estirpes, hasta el desarrollo de nuevos sistemas de producción, más eficientes y menos costosos

La producción de biocombustibles en particular, a partir de ciertas microalgas, se presenta como la alternativa más prometedora por cuanto su producción se obtiene a partir de un proceso sostenible y de elevada eficiencia, que utiliza como medio de cultivo aguas dulces, salobres o marinas e incluso residuales y, muy importante, no compitiendo con la alimentación humana, como sí lo hacen los biocombustibles de primera generación.

Con los procedimientos desarrollados por ALGAENERGY, nos limitamos a hacer lo que hace la naturaleza, si bien de forma mucho más acelerada y eficiente. Nuestra misión es perfeccionar esos procesos naturales y reducir los costes de producción para obtener novedosos productos con aplicaciones de interés en sectores socio-económicos tan diversos como los mencionados anteriormente.

Los programas de I+D que estamos desarrollando en ALGAENERGY abarcan toda la cadena de valor, desde la ingeniería genética para incrementar las propiedades originarias de algunas estirpes, hasta el desarrollo de nuevos sistemas de producción, más eficientes y menos costosos. Gracias a esos programas, hemos superado ya, con excelentes resultados, la fase de cultivo de microalgas a escala laboratorio y también a escala piloto.

 

En efecto, tras las valiosas experiencias acumulada en nuestra Planta Piloto de 50.000 litros de cultivo -ubicada en terrenos de la T4 de Barajas (Madrid)-, estamos ya abordando la fase de demostración o semi-industrial, con el Proyecto CO2ALGAEFIX (1 Ha), co-financiada por el Programa LIFE+ de la Comisión Europea, donde se capturarán, directamente de la chimenea, en primicia mundial, gases de combustión del Ciclo Combinado de Iberdrola en Arcos de la Frontera (Cádiz). España podrá reafirmar, con esta instalación y de esta manera, su liderazgo internacional en un sector del conocimiento en el que la comunidad científica, los gobiernos de los países más desarrollados y las industrias más avanzadas están haciendo una gran apuesta.