Una espiral forma parte de los llamados «patrones (patterns) inmutables de la naturaleza». El mundo es una secuencia de padrones. Desde una neurona hasta una galaxia. No sabemos, y no pretendemos aquí aclarar ese misterio ni jugar a técnicos de la NASA, cuál es la razón de que una parte de la materia se establezca y organice de esta forma, siguiendo qué parámetros y con qué fines. La espiral se repite en la Naturaleza hasta la saciedad: nuestra galaxia, anillos de los árboles, espirales creadas por corrientes de agua, huracanes, ADN, huellas dactilares…y así podríamos estar horas. Lo que sí podemos señalar, desde nuestra mera posición de humildes observadores, es que la disposición de las estructuras del tipo que sean en espiral ofrece una serie de características notables a la mera observación, de las que resaltaremos 2: la colocación de los elementos que la conforman se dispone «de dentro hacia afuera» o viceversa y los espacios curvos son el factor dominante.

 

Espiral de Rota por Carlos Cromo (vía www.flickr.com) CreativeCommons

Espiral de Rota por Carlos Cromo (vía www.flickr.com) CreativeCommons

Aprovechando y estudiando estas dos características básicas de la espiral, el diseño de Permacultura ha creado un concepto revolucionario dentro del mundo de la agroecología: la espiral de hierbas y plantas, medicinales o no. Partiendo del dibujo base se buscan crear diferentes alturas y densidades de terreno, jugando con el entorno y los elementos de la naturaleza. Al crear diferentes alturas conseguimos que la relación del huerto con el sol proporcione diferentes espacios, lugares y momentos de sombra y varias intensidades de luminosidad y sol directo, dependiendo de la localización de la espiral y de la posición del sol con respecto a la misma.

Huerta Espiral con madera, Larutanatural, CasadeBarro Arraial D'Ajuda, Brasil, 2012

Huerta Espiral con madera, Larutanatural, CasadeBarro Arraial D’Ajuda, Brasil, 2012

Podemos darnos cuenta de que al ir rellenando las diferentes «alturas» vamos a tener que ir utilizando más cantidad de tierra. Diferentes cantidades y tipos de materia orgánica generarán una enorme biodiversidad, algo que siempre buscamos al enfrentarnos a cualquier situación desde el prisma de la Permacultura.

La relación con el agua en un huerto intensivo en espiral es siempre especial. Lo primero sobre lo que debemos incidir son los diversos niveles de drenaje que aparecen al ir subiendo de altura en la espiral. Así mismo, la variedad de orientaciones permiten que estos canales de drenaje atraviesen diversos tramos. Muy importante: Siempre tendremos en cuenta la dirección del recorrido del agua (opuesta en cada hemisferio del plantea). Esto es especialmente capital cuando nos encontramos ante la relación de la espiral con el espacio reservado para el «estanque de agua», destinado a plantas acuáticas o que crecen en humedales (como pueden ser los berros) o, incluso a pequeñas especies de peces que crean relaciones simbióticas con los microorganismos de la espiral. Así mismo, podemos añadir una nueva función si utilizamos pequeñas especies de sapos y ranas que pueden ayudarnos en el control de plagas e insectos.

En definitiva lo que estamos construyendo es un nicho de vida basado en la biodiversidad que se genera de la interacción proveniente de los múltiples bordes que implementamos en el modelo: alturas, paredes, raíces, agua, estanques, enredaderas, madera, piedras…..Una espiral dispone de multitud de micro-climas y nos permite el cultivo de hierbas y plantas de secano y de regadío, perennes y caducas, adaptables a diferentes estaciones y climas.

Mencionaremos finalmente una de las características que hacen del huerto en espiral una alternativa inmejorable para todo tipo de personas, familias, comunidades, restaurantes….es su aprovechamiento del espacio. En aproximadamente 1.5 m. de diámetro disponemos de variedad, calidad y productos frescos. Máxima optimización del espacio y el rendimiento. Además, a la hora de recolectar es muy práctica, no hay que doblarse como en los huertos tradicionales, todo queda a la altura de las rodillas, como muy bajo. Si la colocamos, como es menester en un buen diseño de permacultura, cerca de la cocina o lugar de preparación de los alimentos nos ahorraremos un buen trabajo y una gran cantidad de energía que podremos destinar a otras actividades.

 

Construyendo la Espiral

Material. Depende del lugar donde nos encontremos. Recordemos que la Permacultura establece que debemos trabajar con materiales locales, preferentemente ya utilizados (reciclaje) o viejos y, si son nuevos, que provengan de zonas donde su extracción no suponga ningún tipo de desequilibrio para el ecosistema (por ejemplo, en el caso de la madera, cortaremos árboles ya caídos o enfermos o que impiden el crecimiento de otros grupos de árboles; en el de la piedra, nunca iremos a márgenes de ríos o a lechos naturales donde la eliminación de las piedras suponga un problema para la especies que viven en ellas). Para la base (la parte más larga) es conveniente usar algún tipo de material procesado y listo para reciclar, como botellas o latas, pequeños neumáticos, maceteros de barro viejos, etc…

Cualquier material es válido si cumplimos con las premisas anteriores: piedra y barro, madera, sólo piedra, ladrillos viejos, adobe, encofrado, guías de metal (al estilo verja), alambre, y hasta arbustos de consistencia y espesor importantes….

Disposición. La espiral debe ir creciendo en altura de fuera hacia adentro, es decir, al completar el primer círculo exterior llegando de nuevo al principio, deberemos desviarnos unos 30 grados a la derecha para comenzar a «subir». A partir de aquí iremos elevando la altura progresivamente y de manera equilibrada, teniendo en cuenta la acción de la gravedad sobre el peso del material que estamos colocando. Grandes pendientes podrán en peligro la estructura, con riesgo de desprendimientos.

Es importante colocarla teniendo en cuenta la dirección del transcurso del sol desde el nacimiento hasta el orto. Mirando hacia el Norte en el hemisferio sur, y viceversa.

Hay muchas maneras de construir una espiral, tantas como materiales y personas que se pongan a ello; sin embargo existen algunos consejos imprescindibles que deben ser considerados siempre. Veamos algunos:

Proceso de construcción con barro y piedras. Instituto Permacultura Bahía

Proceso de construcción con barro y piedras.
Instituto Permacultura Bahía

Medidas. No hay una medida exacta, pero en general si queremos hacer espirales muy grandes, debemos pensar que la permeabilidad, optimización de los recursos y el espacio y el aprovechamiento de la misma se verán mermados, además de entorpecer y complicar sensiblemente el proceso de construcción y aumentar considerablemente el volumen de materiales a emplear. De 1.20 a 1.80 metros de diámetro y entre 0.80 metros y 1.20 de altura máxima son rangos más que suficientes para asegurarnos una biodiversidad notable.

Método. Empezamos por el círculo exterior practicando una zanja de aproximadamente 30 a 50 cm. de profundidad donde enterraremos el primer nivel o suelo de la espiral y los muros exteriores, que darán consistencia a los interiores impidiendo que la espiral se caiga en esas primeras fases de construcción. Al llegar al final, como hemos indicado antes, comenzaremos a subir, iniciando los primeros tramos en elevaciones de entre 20 a 30 cm. Por supuesto iremos rellenando de tierra y sustrato según vayamos construyendo los muros y regando. Esto es muy importante pues hace que la tierra y los muros comiencen a mezclarse, formando un todo estructural que, meses después, dará a la espiral esa consistencia maciza y esa solidez única. Especialmente si la estamos construyendo con piedras (ver foto).

Espiral de 1.30 m de diámetro en jardín particular. Construcción de primeras fases. Larutanatural. Jardín privado Alcalá de Henares, 2013

Espiral de 1.30 m de diámetro en jardín particular. Construcción de primeras fases. Larutanatural. Jardín privado Alcalá de Henares, 2013

Después vamos a ir cerrando la espiral, añadiendo entre 15-20 cm. de altura por cada tramo hasta llegar a la parte más alta, donde concentraremos las hierbas de secano, en una especie de montículo o «copete».

Durante todo el proceso, como hemos indicado iremos colocando tierra y sustrato progresivamente y regando, sobre todo si no hemos elegido ninguna estructura unida (ladrillo con cemento, materiales de una sola pieza…).

A partir de ahora, vendrán unas cuantas semanas en las que colocaremos «mulch» o acolchado orgánico encima de la tierra utilizando todo tipo de hojas secas o arrancadas, fibras, excrementos de gallina, trozos de madera podridos o viejos, cáscaras de fruta, papel, cartones, paja, hierba seca, lombrices….De las virtudes del mulch y sus usos en permacultura hablaremos mucho más profundamente en otros artículos.

Esta capa será periódicamente regada hasta el momento de plantar.

Como hemos visto, se trata de un proceso sencillo en el que 2 personas no tardarían más de 1 día en construirla, disponiendo de todos los materiales y habiendo hecho, claro está, el estudio previo de ubicación de la espiral.